Dentro de la iniciativa está contemplado crear una plataforma digital de acceso sobre el levantamiento arquitectónico, un documental y un libro, junto a la posibilidad de generar un recorrido virtual por el Barrio Rengifo.

“Relatos de Barrio: Conjunto Habitacional Rengifo”, tiene como objetivo promover y rescatar el valor patrimonial e histórico de los barrios y conjuntos habitacionales de conservación histórica de la ciudad de La Serena. Este proyecto está siendo ejecutado por el Departamento de Arquitectura de la Universidad de La Serena, es financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes de la convocatoria 2021 y cuenta con el patrocinio de la Municipalidad de La Serena, la Delegación Zonal Coquimbo del Colegio de Arquitectos de Chile y El Centro de Documentación de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de La Serena, CEDAU.

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El proyecto iniciado en julio de 2021, tiene por objetivo documentar la historia comunitaria del Conjunto Habitacional Rengifo (Rengifo con Colón), declarado Inmueble de Conservación Histórica (ICH) por el Plan Regulador Comunal; y crear una plataforma digital de libre acceso que contendrá el levantamiento arquitectónico, fotográfico e histórico del Conjunto Habitacional Rengifo, un documental y un libro en formato físico y descargable, junto a un levantamiento 360º que permitirá realizar recorridos virtuales del lugar.

Alejandro Orellana Mc Bride, Director del Departamento de Arquitectura y Director del Proyecto Fondart "Relatos de Barrio: Conjunto Habitacional Rengifo", respecto de la iniciativa recalcó que "este proyecto se enmarca dentro de la línea de trabajo sobre patrimonio que el Departamento de Arquitectura ha venido desarrollando en los últimos años, por medio de investigaciones, proyectos de creación artística y actividades de vinculación con el medio; y pretende ser el primero de varios proyectos que rescaten y pongan en valor el patrimonio comunitario de los barrios de la ciudad".

Representantes de universidades del Consejo de Rectores que participaron en la Encuesta ENCE 2020 abordaron los resultados de la aplicación del sondeo, marcado por la pandemia. En la última medición participaron 11 universidades del Consejo e incluyó 109 ítems, que abordaron 8 dimensiones de la vida estudiantil.

Este lunes, en el marco del “Programa Track Especial: Información para la gestión de los procesos formativos en educación superior”, del Congreso de las Américas sobre Educación Internacional (CAEI) 2021, los y las participantes pudieron conocer la experiencia de la Encuesta Nacional de Compromiso Estudiantil (ENCE).

ENCE es una iniciativa en la que participan instituciones del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH), que se han incorporado gradualmente a esta experiencia, y que busca evaluar y mejorar el compromiso de los y las estudiantes.

En este marco, la mesa redonda “Encuesta Nacional de Compromiso Estudiantil (ENCE), colocando la experiencia estudiantil al centro de la formación universitaria” -moderada por el investigador de la U. de Valparaíso e impulsor del instrumento, José Miguel Salazar-, abordó los resultados de la medición durante 2020, en la que participaron 11 casas de estudios.

ENCE mide el compromiso estudiantil (student engagement), que se refiere a un estado y disposición de los y las estudiantes para abordar sus estudios y lograr aprendizajes. Este concepto incluye, por una parte, el tiempo y esfuerzo que ellos y ellas dedican a sus estudios y actividades formativas. También considera las formas como las instituciones despliegan sus recursos y organizan los currículum y otras instancias para que los alumnos y alumnas participen en actividades que están relacionadas con su aprendizaje.

Gonzalo Zapata, director del proyecto ENCE-CRUCH, planteó que este instrumento recoge “valiosa información sobre la experiencia formativa de los estudiantes, particularmente de qué es lo que hacen en su vida universitaria. Es una iniciativa que intenta aportar con una agenda de gestión académica a las universidades y su creciente preocupación por el aseguramiento de la calidad”.

Información para la toma de decisiones

En la mesa redonda intervinieron representantes de instituciones que participaron en la encuesta. Carla Förster, directora de Evaluación y Calidad del Pregrado de la U. de Talca, aseguró que “esta experiencia no solo ha servido para recoger información sobre la experiencia estudiantil, sino que además ha sido un espacio de colaboración e intercambio interinstitucional súper rico (…) lo que ha permitido compartir políticas y prácticas de mejoramiento de la gestión”.

Angélica Bustos, directora del Centro de Apoyo al Rendimiento Académico y Exploración Vocacional de la Pontificia U. Católica de Chile (CARA-UC), abordó los efectos de la pandemia en la actividad académica evidenciados por ENCE. En ese contexto, los y las estudiantes reportaron “aumento de la carga de trabajo, dificultades para equilibrar la vida personal y académica, las distracciones del hogar, las dificultades para interactuar con los compañeros de carrera”.

Por su parte, Leonor Armanet, directora de Pregrado de la U. de Chile, sostuvo que “nuestras universidades toman esta información para generar cambios y ajustes”. Añadió que “creo que hay un desafío gigante en cómo llegamos al aula, en la interacción entre profesores y estudiantes”, por lo que en ese escenario se requiere “información oportuna, cuando sirve para analizar problemas que hay en la contingencia o en la proyección del largo plazo y, por lo tanto, ayuda en su propia gestión”.

En tanto, José Miguel Salazar cerró el panel afirmando que “la normalidad antigua ya no existe. La pregunta es cómo pulimos un escenario distinto, haciéndonos cargo de esta trayectoria y para eso, reunir información, tratar de levantar nuevas conversaciones, entregar nuevos antecedentes a los tomadores de decisiones, se convierte en algo clave”.

Encuesta ENCE 2020

En la Encuesta ENCE 2020 participaron la U. de Chile; Pontificia U. Católica de Chile; U. de Talca; U. de La Frontera; U. de Valparaíso; U. de Playa Ancha de Ciencias de la Educación; U. Católica de Temuco; U. Católica de la Santísima Concepción; U. Arturo Prat; U. de Aysén; y U. Tecnológica Metropolitana.

En 2020 la evaluación incluyó 109 ítems, que se organizaron en 8 dimensiones: Aprendizaje de Orden Superior, Interacción Estudiante-Docente, Prácticas Docentes Efectivas, Estrategias de Aprendizaje, Calidad de las Interacciones, Interacciones en un Marco de Diversidad, Apoyo Institucional, y Esfuerzo Académico (esta última a nivel de piloto).

En el encuentro se destacó la trayectoria de los docentes de la macrounidad y de Eladio Rivera Gaete, único funcionario no académico acogido a retiro, fallecido recientemente.

En Consejo de Facultad Ampliado, se desarrolló una emotiva y significativa ceremonia en la que la comunidad que compone la Facultad de Humanidades de la ULS reconoció el aporte que el personal académico y no académico acogido a retiro en el último período ha entregado en su trayectoria a la construcción de una mejor sociedad.

En nombre del Comité de Política Universitaria, Cristián Noemi, Decano de la Facultad de Humanidades, dio la bienvenida al encuentro, indicando que: “Se espera dejar testimonio de nuestra gratitud por la contribución que por años realizaron desde la Universidad de La Serena al desarrollo de esta macrounidad. Buscamos valorar a quienes dedicaron parte sustantiva de su vida al desarrollo de nuestra corporación, por su aporte al acrecentamiento de los valores esenciales del humanismo, hecho que nos ha permitido por años ser una comunidad sustentada en el respeto, el pluralismo y el bien común”.

En la oportunidad, el Decano inició el homenaje con sentidas palabras para recordar a Eladio Rivera Gaete, único funcionario no académico acogido a retiro, fallecido recientemente y que se caracterizó por su caballerosidad, simpatía, integridad, responsabilidad y buena disposición al trabajo en equipo durante toda su trayectoria en la ULS y la Facultad.

Posteriormente, cada uno de los directores de los Departamentos que componen la Facultad de Humanidades entregó una semblanza de los académicos homenajeados, dando a conocer sus valores, características y el sello que los caracterizó durante su permanencia en la institución.

En primer término, el Director del Departamento de Artes y Letras, Dr. Omar Sabaj, ofreció la semblanza de los profesores María Eugenia Ceroni, Luis Rivera, y Julio Parada. El Dr. Héctor Bugueño, Director del Departamento de Educación, tuvo a cargo la semblanza de los profesores Yanola González, Bernardo Jopia, René Barraza y Erika Zúñiga.

El Director del Departamento de Música, Dr. Andrés Rosson, por su parte, hizo un resumen de los aportes de los profesores Rodrigo Díaz y Lina Barrientos. Finalmente, la Directora del Departamento de Psicología, Dra. María Lourdes Campos, presentó la semblanza de la profesora María Teresa Juliá.

En la oportunidad se efectuó la presentación de la Cátedra en Educación proporcionada por el Centro Interdisciplinario de Estudios Latinoamericanos, Cátedra Marta Vitar Miranda, que a partir de este momento servirá como medio de vinculación con los miembros de la comunidad acogidos a retiro. Es por ello que el Secretario Académico de la Facultad de Humanidades, Carlos Ramos, en su presentación, invitó a todos a participar: “Para que los vínculos con la Facultad permanezcan en el tiempo y sigan aportando con sus experiencias y conocimientos a la excelencia académica que todos deseamos”.

En representación de los homenajeados, la Dra. Erika Zúñiga, entregó un mensaje a la comunidad de la macrounidad, expresando su cariño y emoción por la oportunidad de compartir esta ceremonia: “Yo encontré en esta organización un espacio que me permitió desarrollarme, aprender de los colegas, aprender a mejorar la calidad de la docencia. Tuve un aprendizaje inmenso, que nos permitió crear, probar, innovar, explorar y eso hace que las personas crezcan y se puedan desarrollar. Agradezco a la universidad que me regaló amistades, alumnos estupendos y dos figuras señeras como fueron Marta Vitar y María Teresa Julia, íconos de lo que se espera del deber ser dentro de una universidad, como un modelo educacional y académico. Agradezco a la Facultad de Humanidades por este acto, a todos los colegas que han conformado una parte muy importante de mi vida, de todos aprendí y de todos me siento amiga”, concluyó la Dra. Zúñiga.

La jornada contó con interpretaciones de la Orquesta Sinfónica ULS y concluyó con un espacio de diálogo entre los participantes.

Escrito por Claudia Farías, Facultad de Humanidades

El proyecto piloto busca contar con el “desierto florido” cada año entre los meses de agosto y septiembre, mediante el riego de ciertas áreas. Esto ha provocado el rechazo entre la comunidad científica local y nacional.

Cada 5 o 7 años se produce el hermoso y espectacular fenómeno del desierto florido, donde una gran cantidad y diversidad de flores se hacen presente en medio de un paisaje seco. A la par, se desarrolla una variada gama de fauna, mamíferos, aves, reptiles e insectos. Este fenómeno suele comenzar a finales de julio y agosto, cuando algunos eventos de lluvias son inusuales y superan el rango normal de precipitaciones para esta zona.

En relación a esto, recientemente, el delegado presidencial de la Región de Atacama, Patricio Urquieta, anunció un proyecto piloto que busca regar ciertas zonas para “aprovechar mejor el potencial de este tesoro natural de Atacama para impulsar el desarrollo de la ciencia y el turismo en nuestra región”. Sin embargo, esta noticia puso en alerta a las científicas y científicos, ya que el ejecutar una acción de esta magnitud puede producir un daño irreversible en la biodiversidad del sector.

La doctora en Ecología y Biología Evolutiva y académica-investigadora del proyecto de investigación y ecología en zonas áridas, del Departamento de Biología de Facultad de Ciencias de la Universidad de La Serena, Alejandra Troncoso, señala que un acto así puede alterar por completo la ocurrencia de la afloración y podría acelerar el agotamiento del banco de semillas presentes en el suelo. “Si después de unos años, en esta área que pretende ser regada, los recursos hídricos son redirigidos a una población humana o simplemente la fuente que alimenta este proyecto se seca o escasea, en estas cuatro hectáreas primero se estarían agotando los bancos de semillas y segundo, es posible que, dado que los tiempos generacionales son tan rápidos, se perdería información genética de estas zonas en particular, produciendo una suerte de barrido genético, teniendo efectos sobre la morfología, tamaño de la flor, entre otros” indicó la académica.

En relación con el motivo principal de este proyecto, el turismo, la doctora en ecología y biología evolutiva menciona que “este tipo de proyectos han sido abordados desde el punto de vista de rescatar el turismo regional de Atacama, otorgándole demasiado peso al desierto florido. Atacama tiene parques nacionales, salares, volcanes. Hay tantas cosas que son permanentes y que no dependen de un año lluvioso”.

Además, Troncoso explica que, cuando hay eventos de desierto florido, existe una perdida de la biomasa vegetal, producto de acciones externas, por ejemplo, ganado caprino, que consume todo tipo de flores y plantas en gran cantidad, turistas, quienes pueden transportar especies invasoras desde las suelas de sus zapatos hasta en los neumáticos de los vehículos. Incluso, existe la extracción ilegal de bulbos, cactus y otros ejemplares, que son comercializados. Todos estos factores suelen suceder cuando el evento sucede en su período normal, lo cual pone en duda los principales efectos y reacciones que podría provocar la ocurrencia de forma anual del desierto florido.

Por otra parte, dentro del mundo científico llama la atención la nula consulta y/o interacción por parte del Ministerio de Agricultura y/o de las autoridades asociadas a este proyecto con las científicas y científicos. “Existen un sinnúmero de ecólogos y ecólogas nacionales que tienen redes de colaboración internacional, que llevan años estudiando sobre ecosistemas del desierto, y sin embargo, no hemos sido ni invitadas a participar en reuniones ni a sociabilizar el proyecto, siendo que como organismo público, el Ministerio de Agricultura también pertenece a un aparato estatal al igual que la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID), agencia que cuenta con un repositorio con los datos de las publicaciones, áreas de investigación, proyectos que el mismo estado financia y que podrían enlazar y aterrizar el capital humano avanzado para poder validad y velar para que las cosas se hagan bien, sin embargo, eso no se ve aquí, y es un motivo de indignación también en el ámbito profesional [...]. Hay que darle un uso al conocimiento que se produce, y la Universidad de La Serena ha generado conocimiento súper valioso con respecto a estos ecosistemas, en el que ha participado Julio Gutiérrez, Francisco A. Squeo, Gina Arancio, entre otros”, apunta Alejandra Troncoso.

El proyecto ha sido rechazado por científicas y científicos, operadores turísticos de la zona e incluso, por el mismo gobernador regional de Atacama. Se espera que este plan pueda ser revisado para evitar daños al ecosistema.

Escrito por Nicolás Monardes, estudiante en práctica de Periodismo ULS - Facultad de Ciencias - Oficina de Divulgación y Difusión de la Ciencia y la Tecnología.

Los descubrimientos se llevaron a cabo mediante distintos estudios en terreno, desarrollados durante los años 2019 y 2020 en zonas de la Reserva Nacional La Chimba y en el Parque Nacional Llulaillaco, ambas áreas silvestres protegidas de la Región de Antofagasta.

Fueron cinco años de investigación los que realizaron científicas y científicos nacionales y extranjeros para documentar a dos nuevas especies de escorpiones, específicamente en la Reserva Nacional La Chimba y en el Parque Nacional Llulaillaco, dos áreas silvestres protegidas, pertenecientes a la región de Antofagasta. Dentro del equipo de investigación, y quien lideró las expediciones en las zonas mencionadas, se encuentra Jaime Pizarro-Araya, académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Serena e investigador del Laboratorio de Entomología Ecológica (LEULS).

El estudio, publicado recientemente en la revista científica “Zootaxa”, señala a las especies Brachistosternus chimba, un escorpión que sólo habita en la Reserva Nacional La Chimba, y al Brachistosternus llullaillaco, que habita en las alturas del volcán Llullaillaco, por encima de los 4000 metros sobre el nivel del mar. Este último se caracteriza por un color café claro con manchas oscuras en el dorso y la cola, mientras que el primero posee un color café oscuro, casi negro en el dorso y más claros en las patas, pinzas y cola.

Este tipo de descubrimientos tiene una importancia fundamental. El académico ULS, Jaime Pizarro, señala que “estos trabajos son un aporte al patrimonio biológico de la biota del país, además estas especies en un futuro cercano son buenas candidatas a ser evaluadas en los procesos de clasificación de especies, ya que presentan micro distribución y pequeños tamaños poblacionales, es decir, son especies que deben ser conservadas y por ende estudiadas en sus proceso biológicos y reproductivos”.

Esta investigación fue ejecutada en el contexto del primer relevamiento de artrópodos terrestres en las áreas protegidas de la región de Antofagasta, en el marco de la realización del Primer Inventario Nacional de Biodiversidad de Chile del “Sistema Integrado de Monitoreo y Evaluación de Ecosistemas Forestales Nativos” (SIMEF) y del proyecto “Plan de Recuperación FIC-R para la Reserva Nacional La Chimba” (UCN).

“Es motivador seguir aportando al conocimiento de un grupo poco estudiado como el compuesto por los artrópodos y, en este caso, los arácnidos, aún nos falta muchísimo por describir y descubrir; nuestra idea es que nuestros hijos e hijas sepan de las especies que están presentes en nuestros ecosistemas, las conozcan y los conserven, acá la educación es fundamental” sostuvo Jaime Pizarro.

Escrito por Nicolás Monardes, estudiante en práctica de Periodismo ULS - Facultad de Ciencias - Oficina de Divulgación y Difusión de la Ciencia y la Tecnología.

La presentación, con participantes de todo el continente, contó con autoridades de la U. de Chile y la U. de Tarapacá, y fue conducida por la directora ejecutiva del Consorcio de Universidades del Estado de Chile.

“Consolidar la educación publica es uno de nuestros grandes desafíos”, con estas palabras la directora ejecutiva del Cuech Alejandra Contreras dio el pie inicial a la sesión dedicada del CAEI este lunes 18 de octubre a las 11:00 horas, en la que el tema central fue “Educación Universitaria, desafíos para América Latina”. El evento que fue abierto vía Zoom, contó además con la presencia de la Dra. Rosa Devés, Vicerrectora de Asuntos Académicos de la U. de Chile y el Dr. Emilio Rodríguez, Rector de la U. de Tarapacá.

A modo de contexto, la directora del Cuech hizo un repaso por la historia reciente del marco legal de la educación en Chile. En ese sentido, recordó que la misión del Consorcio surge a partir de un nuevo entendimiento del rol de la educación en el marco de la Ley 21.094, que apunta a afianzar el rol de la Educación Pública a nivel universitario y a fortalecer la capacidad de las Universidades del Estado de trabajar colaborativamente en torno a objetivos que tengan que ver con el desarrollo del país.

“La Educación Pública es una temática esencial en este momento en nuestro país y está muy presente en toda la discusión política” sintetizó la moderadora de la conferencia al dar el paso a las presentaciones de los invitados, quienes reflexionaron en torno a este momento crucial en Chile y Latinoamérica y la necesidad de garantizar una educación universitaria que vaya de la mano con el contexto.

En ese sentido, la Vicerrectora de Asuntos académicos de la Universidad de Chile, Rosa Devés, comenzó su intervención recordando el hito histórico que representa el 18 de octubre para Chile en la conmemoración del inicio de las revueltas sociales hace dos años: “Debemos hacer presente el momento especial que se vive en nuestro país mientras se escribe una nueva constitución con nuevos valores a través de los cuales nos obligaremos a trabajar por una sociedad más justa”, declaró.

Algo que la panelista mencionó como fundamental es la necesidad de una formación universitaria integral, añadiendo que áreas como la formación ciudadana son necesarias de implementar y profundizar en las instituciones de educación superior, y que es el momento preciso para hacerlo: “Las crisis de la sociedad actual que amenazan con profundizarse representan la mejor oportunidad para emerger en conjunto con un proyecto renovado”.

Esta idea fue apoyada por el Rector de la U. de Tarapacá quien destacó la necesidad del trabajo colectivo entre las Universidades tanto del país como de la región, y añadió que “el modelo siempre nos ha llevado a formar buenos profesionales, y es cierto, necesitamos ingenieros que hagan puentes y caminos, y médicos especialistas en su área, pero las universidades públicas tenemos un rol adicional: contribuir a formar buenas y buenos ciudadanos, con espíritu crítico y reflexivo y valores éticos, democráticos y cívicos”.

Rodríguez concluyó que las Instituciones del Estado necesitan tener “un rol relevante que impacte en lo cultural, científico, social, territorial y tecnológico”. Una idea que recorrió esta discusión y que la directora del Cuech reconoció como “una panorámica de lo que enfrentamos como rubro educacional en Chile y en Latinoamérica”.

Comunicaciones CUECH