La Rectora Luperfina Rojas destacó las acciones y políticas implementadas por la institución para prevenir la violencia de género y fomentar una convivencia segura y respetuosa.

Como cada 25 de noviembre, la Universidad de La Serena conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer con una ceremonia que reunió a autoridades, funcionarios y estudiantes para dialogar y fortalecer el compromiso institucional con una comunidad segura, respetuosa e igualitaria. Bajo el lema “Expresar para florecer. Crear para liberar”, la actividad buscó visibilizar la magnitud de la violencia que afecta a mujeres y niñas a nivel global y promover acciones concretas para su erradicación.

La conmemoración se desarrolló en el marco del trabajo que la institución ha impulsado para prevenir la violencia de género y promover la equidad, en una actividad encabezada por la rectora, Dra. Luperfina Rojas Escobar, quien en sus palabras iniciales subrayó el deber institucional de resguardar la vida, la seguridad y la libertad de las mujeres. “Hoy no solo avanzamos, sino que asumimos con convicción la responsabilidad de garantizar la vida, la seguridad y la libertad de las mujeres en nuestra comunidad universitaria”, afirmó.

Asimismo, añadió que “en los últimos años la Universidad de La Serena ha dado pasos firmes para construir espacios seguros y una convivencia basada en el respeto, resaltando la aprobación institucional de la Política de Igualdad de Género, la cual aborda el acoso, la violencia y la discriminación e incorpora modelos de prevención, investigación, protección y sanción”.

En este contexto, la universidad ha impulsado diversas acciones, entre ellas destaca el programa de inducción institucional con enfoque de género dirigido a funcionarios y estudiantes, capacitaciones para la Federación de Estudiantes y la Brigada Morada, la formación de monitores y monitoras preventivas de salud mental y equidad de género, el trabajo colaborativo con ULS Diversa, el ciclo institucional en campos clínicos, la implementación de un nuevo protocolo de denuncias en dichos espacios, la aplicación de tres instrumentos de análisis para fortalecer las políticas internas.

A esto se suma la campaña de difusión y el curso “Introducción al género en entornos universitarios”. De esta forma, durante este año, la institución ejecutó 115 actividades, con 1.692 personas participantes, además de 10 campañas comunicativas y educativas y 437 acompañamientos psico-socio-jurídicos, fortaleciendo así su red de apoyo y orientación.

Al respecto, Rosana Toro, encargada del Departamento de Equidad y Género, acentuó el fortalecimiento del trabajo preventivo, señalando que esta labor es clave para erradicar la violencia y promover una comunidad más consciente, recalcando que “la prevención es esencial, ya que estos espacios nos comprometen a transformarnos y construir una universidad segura, tanto para estudiar como para trabajar”.

Asimismo, Patricia Astroza Morgan, coordinadora del Departamento de Bienestar Estudiantil, valoró la instancia como un espacio de sensibilización y reflexión comunitaria, señalando que “es una oportunidad para reunirnos de manera triestamental, reflexionar sobre las violencias cotidianas que viven las mujeres y fortalecer nuestro compromiso personal e institucional con esta causa”.

Por otro lado, la ceremonia también incluyó la premiación del concurso “Relatos para alzar la voz”, una iniciativa de microrrelatos que buscó visibilizar experiencias y reflexiones con perspectiva de género desde la comunidad universitaria, en donde las personas ganadoras compartieron sus obras ante el público y recibieron un reconocimiento por su aporte a la expresión creativa en torno a esta temática.

Catalina Cortés Espejo, ganadora del concurso y estudiante de Pedagogía en Educación Diferencial, expresó que su mayor motivación para escribir el relato nació de su propia experiencia, expresando “le dedicó el texto a mi hermana, porque ella me motivó a hablar y avanzar en este proceso, de ahí el título ‘Las que hablaron primero’. Para mí esta experiencia funcionó como un método de sanación, por lo que creo que es fundamental que existan espacios donde los estudiantes puedan expresar su sentir a través de lo que más les gusta hacer”.

La conmemoración culminó con una presentación de la Escuela de Danza Oriental, que a través del arte y el movimiento rindió homenaje a la fecha, entregando un cierre simbólico a la jornada.