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Amenaza latente: investigadores combaten al nematodo dorado de la papa con extractos vegetales y plantas nativas

Expertos de la Universidad de La Serena buscan detectar y controlar este parásito que amenaza la producción de papas en la Región de Coquimbo, la que ha bajado de 7 mil hectáreas de cultivo a 2 mil 500 en los últimos años, producto de enfermedades y sequía.
Con el fin de encontrar mecanismos de detección temprana de nemátodos y ayudar así al sustento de la industria agrícola, incluyendo a pequeños y medianos agricultores, en la Universidad de La Serena se están desarrollando variadas investigaciones para ayudar a controlar a estos pequeños microorganismos, que al alimentarse de las raíces de las plantas, generan problemas directos asociados a necrosis y debilitamiento de tejidos, reducción de capacidad de absorción de agua y nutrientes en las raíces, entre otros y problemas indirectos, asociados a la generación de heridas que son vía de entrada para otros patógenos de suelo y a la propagación de partículas virales, inyectándolas a través de sus estiletes, al interior de las plantas.
En tal sentido, la académica del Departamento de Agronomía de la Universidad de La Serena, la fitopatóloga y nematóloga, Carol Krausz, advirtió que en la Región de Coquimbo existe una amenaza latente: se trata de Globodera rostochiensis, mejor conocido como nemátodo dorado que afecta directamente a las papas.
“El nematodo dorado genera problemas en el cultivo de papas específicamente y aunque se encuentra también en otras regiones de la zona central de Chile, se localiza principalmente en la Región de Coquimbo; por lo mismo, el laboratorio de Fitosanidad de la Universidad de la Serena es uno de los pocos, que se dedica a hacer investigación respecto a este nemátodo”, aseguró.
La experta explicó que este nematodo tiene la particularidad de generar estructuras de resistencia en las raíces de la papa. Estos quistes pueden permanecer más de 15 años en el suelo, lo que hace que la efectividad de control sea baja, ya que resisten la aplicación de nematicidas y tienen la capacidad de permanecer incluso cuando no hay cultivos de papas, activándose a través de los exudados radiculares de papa.
Krausz también detalló que “a diferencia de otros nematodos, este no afecta los tubérculos directamente, pero sí afecta el rendimiento y la calidad de las papas, mermando su crecimiento y desarrollo, ya que las raíces son las estructuras de alimentación de la planta, por lo que no hay una buena absorción de nutrientes y agua para que la planta funcione bien”.
Ahondando en esto, la experta advirtió que “estos quistes corresponden a hembras adultas ya muertas, pero con una capacidad reproductiva de hasta 300 huevos en promedio, esperando nuevas condiciones para eclosionar, lo que es complejo, ya que cada huevo eclosiona como larva y cada larva es capaz de intervenir una nueva raíz”.
Problemática creciente
En cuanto a esta problemática, la académica de la Universidad de la Serena, dio a conocer que “a través de los distintos muestreos que hemos realizado, hemos detectado una mayor presencia de nematodos principalmente en la provincia de Elqui, especialmente en las localidades de Pan de Azúcar, Las Rojas y Coquimbito”.
Según Krausz, “los agricultores, especialmente de La Serena, han aprendido a convivir con el nematodo y se han acostumbrado a tener un delta menor en su rendimiento, lo que podría estimarse hasta en un 20% de pérdidas en los retornos de papa aproximadamente, teniendo en cuenta que, a partir de 50 quistes por 250 gramos de suelo, el nematodo comienza a generar problemas económicos”.
Esto afecta, añadió, “nuestra imagen a nivel nacional, ya que siendo esta una región con tan buen clima para producción de papa, no puede generar programas de producción de tubérculos semilla certificados, debido, entre otros patógenos, a la presencia de este nematodo, lo que hacen que esta región solamente pueda producir papa para consumo”.
De acuerdo a la experta, parte de la problemática se debe a que “antes había mucho desconocimiento sobre el tema, por lo que no existía la costumbre de tomar muestras de suelo para analizar la presencia/ausencia y densidad poblacional de nemátodos”.
“Como universidad hemos dado a conocer la problemática de los nematodos, lo que en este caso es crucial, ya que en esta región éramos una zona productora de alrededor de 7.000 hectáreas de papa, con altas producciones, porque a diferencia de otras regiones, aquí se puede cultivar papas hasta tres veces en el año, debido a que nuestras condiciones climáticas son muy favorables, pero con la sequía y enfermedades, se ha encarecido el costo de este cultivo, y en los últimos cinco años hemos bajado a 2.300 hectáreas productivas, con rendimientos bastante variables”, aseguró.
Semillas de papaya
En relación a esta problemática, Krausz recalcó que “en la Universidad de La Serena, actualmente estamos haciendo un reporte de todas las variedades comerciales de papa que hay en Chile, y levantamiento de ensayos para aplicación de pruebas que determinen la resistencia al nematodo dorado, resultados que publicaremos prontamente, con el fin de que los agricultores puedan tomar una decisión informada respecto a qué variedad cultivar”.
“Esto tiene importancia, ya que cuando se tiene un suelo altamente contaminado y se quiere plantar papas con fines comerciales, es bueno saber cuál será la variedad menos susceptible”, afirmó.
En suma a esto, Krausz indicó que “el resto de nuestras investigaciones está orientado a buscar alternativas orgánicas de control del nematodo dorado de la papa, es decir, extractos de distintos tipos de vegetales y plantas nativas y hemos ido descubriendo que algunos tienen un efecto de repelencia y otros tienen un efecto directo de control”.
"Probamos con extractos de semillas de papaya que obtuvimos de residuos industriales de la agroindustria de la Región de Coquimbo y llegamos a tener un porcentaje de control por sobre el 80%, lo que es un resultado bastante promisorio”, reveló.
En línea con esto, la experta recalcó que “la papaína tiene distintas proteínas que pueden ser tóxicas para ciertos patógenos, por eso, se nos ocurrió aplicarlo en pequeña escala sobre nematodos”.
Finalmente, Krausz destacó que “el sentido de buscar extractos orgánicos naturales que provienen de sustancias vegetales para el control de nematodos, tiene que ver con la economía circular, queriendo darle otra alternativa a un desecho industrial como es la semilla de papaya, además de continuar en la búsqueda de alternativas más sustentables para la producción de alimentos inocuos y de calidad, reduciendo el uso de plaguicidas organosintéticos”.