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Agrupación estudiantil Ñoñuls abrió la puerta a la imaginación con su primera Ludoteca de Invierno en la USerena

La jornada reunió a estudiantes, escolares y amantes del rol en torno al juego y la creatividad.
Juegos de rol, personajes fantásticos y mucha creatividad marcaron la jornada que se vivió en la Plaza del Ex Alumno del Campus Ignacio Domeyko de la Universidad de La Serena, donde la agrupación Ñoñuls —nueva integrante del proyecto Escena Estudiantil impulsado por la DGAE— realizó su primera Ludoteca de Invierno.
La actividad incluyó dinámicas de juego libre, talleres de construcción de personajes para Dungeons & Dragons, sesiones para aprender a masterear y una presentación del club, que busca crear comunidad en torno a la cultura de los juegos de mesa. Durante toda la jornada, estudiantes universitarios y escolares del programa PACE se sumaron al espacio, explorando nuevas formas de aprendizaje y encuentro lúdico.
Para Antonia, estudiante del Liceo Gregorio Cordovez, fue su primera vez en una ludoteca: “Nunca había estado en una actividad así y me parece que fomenta mucho la convivencia. Somos varios grupos del mismo liceo, pero de distintos niveles, y esta dinámica nos ayudó a compartir y conocernos. Además, el recorrido por la universidad ha sido súper útil para pensar en nuestro futuro”.
Por su parte, Francisca Flores, del mismo establecimiento, destacó la variedad de juegos y afirmó que “me pareció muy agradable que todos pudieran integrarse. Yo he jugado antes gracias a mi hermano, que estudia en esta universidad, es una buena experiencia, entretenida y diferente a lo que tenemos en el colegio”.
Ñoñuls nace hace dos años, en el marco de actividades de fin de año, y desde entonces ha crecido hasta transformarse en una agrupación formal. Su coordinador, Nicolás Galleguillos, explicó que la iniciativa surgió “para acercar el mundo de los juegos de rol a la comunidad universitaria; partimos con un taller pequeño, pero la convocatoria fue tan alta que decidimos crear algo permanente”.
Sobre la jornada, comentó que “fue muy bonito ver cómo estudiantes que nunca habían jugado se atrevieron a crear personajes, participar y compartir. Estos juegos permiten desarrollar habilidades de comunicación, creatividad y trabajo en equipo. Vimos a personas muy introvertidas abrirse y disfrutar en comunidad, y eso es lo que más nos motiva a seguir”.
Gracias al apoyo de la Biblioteca Irma Salas, la Oficina de Acompañamiento y Monitoreo, y el respaldo del proyecto Escena Estudiantil impulsado por la Dirección General de Asuntos Estudiantiles (DGAE), la Ludoteca de Invierno integró recursos institucionales y esfuerzos estudiantiles, promoviendo el juego como una herramienta para el desarrollo integral. Con actividades como esta, Ñoñuls potencia el valor del arte, la imaginación y la comunidad dentro de la vida universitaria.