
Un pequeño oasis en la ciudad lo constituye el Huerto de Chirimoyos de la Universidad de La Serena, ubicado en Av. Cisternas; sin embargo, producto de la ampliación del Eje Cisternas, el recinto sufrirá una expropiación que ha hecho necesario ejecutar un proyecto destinado a resguardar algunas de las variedades de chirimoyas con las que cuenta el recinto.
El Huerto de Chirimoyos de la Universidad de La Serena, es parte de lo que fue el antiguo Jardín Botánico de la capital regional. Se cree que los árboles del huerto se establecieron en su actual ubicación en la década de los años 40. La Universidad de La Serena se hizo cargo de este Jardín Botánico en noviembre de 1984. Desde el primer momento se le dio prioridad a su conservación, manejo y producción de frutas, evitando construir en el área, a fin de resguardarlo. Este recinto se convirtió en una reserva genética importante, además de transformarse en un pulmón verde para la ciudad.
El proyecto de ensanchamiento de la Av. Cisternas contempla la expropiación de una franja de aproximadamente 30 mts. correspondiente a este Huerto, tomados desde la actual calle, poniendo en riesgo el patrimonio genético de los únicos ejemplares de las variedades Juliana, Colmena y Local Dura.
Al respecto, para tomar los resguardos que permitan la preservación del patrimonio genético de estas variedades, la Rectoría de la Universidad de La Serena impulsó un proyecto de conservación genética liderado por el académico del Departamento de Biología, Dr. Cristian Ibáñez, a quien se le encomendó la realización de dicho proyecto y de las acciones necesarias para la propagación de los chirimoyos amenazados. “El Huerto de Chirimoyos de la ULS posee 16 variedades de esta especie, que constituyen un patrimonio genético único en el país. Entre las variedades encontradas, hay ocho que son exclusivas de él, es decir, que no hay en otra parte de Chile, y quizás de América y el mundo”, explicó el académico.
Lo anterior está respaldado en la exhaustiva búsqueda realizada por el investigador en las bases de datos de las bibliotecas electrónicas de Chile, en los registros de la Universidad Católica de Valparaíso, Instituto de Investigaciones Agropecuarias, portal de tesis electrónicas chilenas y manuscritos publicados disponibles en Internet. Lo anterior, permite confirmar la exclusividad de las variedades Verde Oscura, Canario, Amarilla, Danny, Marín, Juliana, Colmena y Local Dura de Anonna Cherimola que se encuentran en el Huerto, ya que en ningún estudio se menciona alguna de estas ocho variedades, lo que permite concluir que son exclusivas de este recinto.
Se utilizaron cuatro métodos distintos de propagación vegetativa con el fin de maximizar la probabilidad de propagación de las tres variedades de Chirimoyos amenazadas: Injertación en planta adulta, Injertación en portainjerto, Micropropagación, y Cultivo in vitro. De todos estos métodos, el método de “Injertación en portainjerto” resultó exitoso, obteniéndose un promedio de tres nuevos individuos por cada variedad, lo que permitirá seguir contando con estas variedades al interior del Huerto.
Es importante señalar que durante el 2014 se continuará trabajando con los árboles injertados, incluyendo su ubicación en un lugar definitivo del Huerto.
Cabe señalar que también se contempla trasladar las variedades dentro del mismo recinto, con el máximo cuidado, realizando excavaciones y delicadas maniobras de traslado, con el objeto de mejorar las expectativas de sobrevivencia de los chirimoyos transplantados.


Durante esta reunión, desarrollada en dependencias de la Casa Central de la ULS, la seremi del Trabajo extendió la invitación a la institución universitaria para ser partícipe de este programa cuyo objetivo general es fortalecer la formación de calidad de los y las dirigentes sindicales, por medio de la capacitación en aspectos teóricos y prácticos que les permitan adquirir o perfeccionar las habilidades dirigidas a desarrollar de mejor manera el ejercicio de su labor sindical.
En tanto, el director de Estudios Institucionales y Planificación de la ULS, Dr. © César Espíndola, explicó que “en el ámbito de la Docencia, este proyecto pretende otorgar un sello específico de formación de nuestros estudiantes, para que puedan responder a las necesidades actuales y futuras de desarrollo del territorio regional y nacional”.

Como explica Keyla Marín, coordinadora del Centro Liwen, el objetivo del curso es ''instalar capacidad de detección de la violencia para los futuros profesionales y los profesionales que nos están acompañando en estas jornadas. Instalar capacidades de detección de la violencia pero también de toma de consciencia de cómo nosotros somos parte de modificar esta cultura, que es desde donde nos paramos para mirar la violencia a través del lenguaje, haciendo un trabajo interno y a la vez externo''.
La psicóloga del Centro Liwen, Karina Meza, fue la encargada de dictar el segundo taller del curso. La profesional explicó que los tiempos están cambiando y, a medida que tomamos consciencia de nuestros derechos, ''este tema que genera tanto dolor, vuelve a la discusión. Actualmente, es más criticado y menos permitido el tema de la violencia contra la mujer''. Recordó que 17 femicidios han ocurrido en Chile en lo que va del año y mencionó que 275 mujeres son atendidas sólo en La Serena por violencia de género. 
Pero, eso no fue todo, los jóvenes provenientes de países tan diversos como Alemania, Colombia, Dinamarca, México y Rumania, aprovecharon este viaje para una sesión de fotos en la Plaza de Armas de Ovalle, acompañados por una tierna perrita, que se transformó en parte del grupo.